El resguardo de la información personal es una de las grandes situaciones que trabajan las administraciones públicas y uno de los elementos que causan dolores de cabeza a los directivos – especialmente a los CIOs – de las empresas. Pero ¿en realidad esto preocupa a los consumidores?
Curiosamente, en últimos reportes, los datos de ciudadanos que están preocupados por lo que ocurre con sus datos personales y con Internet en general son bastante altos. Un 37,3% señaló que le preocupa mucho la seguridad de datos personales y el posible uso de la información personal por otras personas y un 38,8% señaló que bastante (frente a un 7,2% que dijo que nada). Un 20,6% indicó que estaba realmente preocupado y un 38,3% bastante por el aumento de la comunicación y de la información a través de Internet.
A eso hay que agregarle que el 52,3% señala un grado de confianza de ninguno para compartir datos personales para cooperar en un concurso, un 49,1% a la hora de subir fotos o vídeos a la red, un 37,4% al dar el número de tarjeta al hacer una compra online y un 31% a la hora de realizar operaciones bancarias online.
Hacia dónde va la información que comparte
Quizás el interés informativo que causo la ley de protección de datos en las últimas semanas y todos los inconvenientes de protección de datos protagonizados por los grandes, como Facebook, en los últimos meses hayan hecho que los usuarios comenzaran a indagar más hacia dónde va la información que comparte. Aunque a pesar de esto, los propios usuarios se dividen entre los que reconocen que saben muy poco sobre la cuestión y los que se consideran más informados. Un 16% asegura estar nada informado y un 36% poco informado, frente al 10,3% muy informado y el 36,9% bastante informado.
Los organismos de la administración pública y los bancos son las plataformas a las que los ciudadanos asocian las mayores capacidades de seguridad en datos, mientras que tiendas, compañías de servicios (teléfono, agua, etc), buscadores online y redes sociales las que menos.
Comunicaciones no esperadas
La mayoría de los consumidores afirma que ha sido spameado por empresas sin haber dado su consentimiento a la hora de participar sus datos. Las cifras de la encuesta del CIS son bastante claras sobre la situación.
Luego de encuestar a los ciudadanos si han recibido comunicación comercial (teléfono y mail) de alguna empresa para hacer publicidad sin tener constancia de haber compartido sus datos personales, un 68,9% ha señalado que sí, que ha vivido esta situación. Redondeando, se podría decir que 7 de cada 10 ha recibido spam no deseado. Solo un 26,1% tiene claro que no se ha enfrentado a una situación como la descrita.
¿Por qué insistir sobre los consumidores con mails que no ha solicitado? Se podría decir que la empresa en cuestión tomado en cuenta que quizás algún email el consumidor abrirá y que, al menos en algún momento podría mostrar interés por alguno y eso lo convertirá en un usuario potencial.
Y, si esto no llegara a ocurrir tampoco es tan problemático. Lo más viable es que el consumidor ignore el mail, lo borre sin leer o que lo marque como spam en su cuenta de correo. Lo raro será que sea proactivo a la hora de condenar ese envío.