Facebook lo volvió a hacer. De nuevo la compañía sufrió otro fallo de seguridad que, lamentablemente, son más recurrentes de lo que los usuarios quisieran. Prácticamente se han convertido en “eventos” normales para la plataforma.
El problema se presentó en marzo pasado y el más afectado, incluso mucho más de lo que se creía, ha sido su red hermana Instagram. Fue hace pocas semanas cuando se conoció que no miles, sino millones de contraseñas de los usuarios de la compañía fundada por Mark Zuckerberg no contaban con ningún cifrado al momento de ser almacenadas.
Esto significa que dichas contraseñas estuvieron expuestas y a la mano de gran cantidad de trabajadores de la red social con más de 2.300 millones de usuarios activos en el mundo. Es decir, que la información privada de millones de usuarios estuvo expuesta.
Parte de la afectación sobre este error en la brecha de seguridad de la compañía resultaron usuarios de Instagram, cuyas claves de acceso estuvieron vulneradas.
Sin embargo, la compañía de Zuckerberg está buscando cómo reparar este fallo. Lo primero que ha hecho es notificar a los afectados que los mantendrán al tanto del problema.
Pero la recomendación que hasta ahora han hecho los expertos en seguridad es que de inmediato se cambien las contraseñas de la red social Instagram y solo así minimizar los problemas. Por lo menos hacerlo de forma inmediata.
Lo más lamentable sobre este fallo es que, al parecer, Facebook no entiende cómo fue posible el almacenamiento de millones de contraseñas en un texto plano y sobre todo accesible.
Los usuarios, entonces, se quedan con la duda y sobre todo terminan perdiendo la confianza en la plataforma. Todo ello debido a los recurrentes problemas de seguridad que ha venido enfrentando en los últimos años. Es allí donde Facebook la tiene más difícil: no en recuperar la seguridad de esos millones de usuarios, es volver a mostrar confianza ante estos.
