La batalla que las autoridades europeas han iniciado contra los gigantes digitales sigue. Esta vez, el objetivo es Google y su falta el abuso de posición dominante en Android, el sistema operativo para móviles de la compañía que le ha costado más de 4.000 millones.
3 años de investigación ha requerido Bruselas
Más de 3 años de investigación ha requerido Bruselas para llegar a esta conclusión que, con una cuota del 80% de los sistemas operativos, un 90% en búsquedas y un 90% en aplicaciones, es más que obvio.
La exigencia, a ojos de la Comisión Europea, de Google a los fabricantes de implantar su sistema operativo Android y ciertos servicios por defecto como mapas, correo electrónico o su buscador, se considera una barrera a la libre competencia y a la innovación y un daño para el consumidor.
Riesgo en el Viejo Continente
No es la primera multa que la CE aplica al gigante de internet, pero sí es la de mayor relevancia hasta la fecha y la que más puede dañar su negocio, no tanto por lo económico como por las consecuencias y exigencias que se despliegan de la sanción.
Una compañía como Google, cuya matriz Alphabet, produce más de 20.000 millones de dólares en 3 meses, su mayor problema no será cumplir con el cargo monetario, pero su negocio podría estar en riesgo en el Viejo Continente.
Obligación de cambiar sus contratos
Además de la valiosa multa, Bruselas exige la obligación de cambiar sus contratos de licencia Android para brindar a los fabricantes la alternativa de elegir otros sistemas operativos y servicios a instalar en sus dispositivos.
Google ha confirmado que interpela la sanción y es que, el gigante digital le ha visto, ahora sí, el verdadero problema. Seguir sin el dominio del mercado móvil en Europa dañaría de manera evidente su negocio de publicidad móvil que simboliza el 44% de su facturación total.
