“La creatividad requiere el coraje de dejar ir las certezas”, dijo Erich Fromm, y nunca antes estuvo tan vigente ese dicho cuando se trata de marketing, pues si hay algo cierto es que la tecnología y las distintas aplicaciones deben ir acompañada -siempre- de un contenido creativo, capaz de hacer vibrar al consumidor. No podemos dar por sentado que las aplicaciones harán el trabajo por nosotros.
Durante décadas la creatividad ha sido un factor determinante cuando se trabaja en el área de marketing, sobre todo antes, cuando no existían tantas plataformas con capacidad de interacción como ahora. Por eso es fundamental que entendamos que pueden faltar recursos y tecnología pero una campaña publicitaria jamás debe carecer de creatividad.
Los grandes anuncios publicitarios nacían de expertos creativos, personas que veían más allá y lograban dar en el clavo con esos elementos necesarios capaces de tocar la fibra hasta del consumidor más difícil y exigente.
En los últimos años el peso y las bondades de la tecnología ha hecho que la creatividad se plasme de diferentes maneras, para algunos se le ha hecho más fácil, otro aseguran que ahora no parece tener tanto peso “una idea brillante” sino más bien se trata de obtener la mejor herramienta que ayude a segmentar el mercado.
Es allí donde surge la gran interrogante… ¿La creatividad ha dejado de ser relevante ante un mercado tecnológico?
La verdad es que ambas van de la mano, no se puede concebir un mundo sin ambos elementos, pues el binomio hará que tu marca destaque y le de ese elemento diferenciador que el consumidor exige a diario a la hora de pagar por un producto o servicio.
Un estudio de Warc, destaca que la creatividad sigue teniendo peso dentro del marketing, aunque cada vez es más común el enfoque a lo segmentado con campañas más específicas, donde pareciera que la creatividad no se necesita.
Hay elementos claves que han marcado las reglas del juego y todo aquel que se desenvuelve en el mundo del marketing debe saber cómo jugarlos, ya que la tecnología y su impacto ha hecho que cambien el modo de cómo se promocionan los productos y servicios.
El marketero debe ser capaz de adaptar la campaña a las distintas plataformas con un contenido específico. Por otro lado, el trabajo ya no se hace tan “a ciegas” ahora tienen la posibilidad de conocer más al consumidor y eso requiere – sí o sí- que el mensaje sea creativo.
El estudio señala a modo de cierre, que la industria del marketing debe ser capaz de ofrecer mejores anuncios y dar al consumidor lo que buscan y quieren, y no abrumarlos con información genérica de ventas.