Las aplicaciones de mensajería se han convertido en una parte fundamental de la rutina diaria de los usuarios. De hecho, se estimaba que para finales de 2017 habrá ya 1.820 millones de personas empleando de forma regular las diferentes apps de mensajería y que ese número aumentaría en un 15,5% en el 2018. Superando así los 2.000 millones de personas que utilizan estas apps. Whatsapp, por ejemplo, tiene tres veces la cantidad de usuarios activos mensuales que tiene Twitter.
Y este crecimiento ha logrado que las empresas le presten más atención a la importancia y atractivo que poseen estas apps. Estas apps se han introducido en todas las áreas en las que interactuamos y los propios usuarios han empezado a demandar una relación más estrecha vía estas herramientas. Solicitan que las empresas estén concurrentes en ellas, que las usen y que sepan cómo conectar con sus usuarios en ellas.
Apps de mensajería y su fulminante poder
Según las conclusiones del estudio, el hecho de que existan cada vez más dispositivos digitales y el que por otro cada vez sean más los canales disponibles para comunicar ha llevado a los consumidores a utilizar cada vez más estas apps. La mensajería se ha convertido en la principal fuente de comunicación (el 67% de los consumidores lo emplea), superando a las redes sociales (48%) o al email (47%) entre los canales que han visto un mayor crecimiento de uso en los últimos dos años. Además, se usan de forma general. El 91% de los jóvenes emplea esta herramienta de forma diaria, de igual manera lo hacen 80% de los adultos.
El nuevo fenómeno de las conversaciones paralelas
Se ha dado paso a las que en el estudio llaman conversaciones laterales (sidebar conversations) y que podrían ser consideradas conversaciones paralelas. De acuerdo a sus responsables son aquellos «chats secretos no verbales que mantenemos en nuestros móviles mientras estamos en reuniones, cenas o viendo la tele». Son todas esas veces que estás hablando con Whatsapp con alguien mientras estás realizando alguna otra actividad con otra persona. Socialmente no está bien visto, pero es muy común y curiosamente, hacen que las relaciones entre los participantes sean más cercanas.
En lo visual está el poder
Las apps de mensajería no solo hicieron que las conversaciones paralelas irrumpieran en nuestra rutina diaria, de igual manera lograron que cambiara el elemento de peso en nuestras conversaciones. En la era de las apps, se está dando mayor peso a la comunicación visual. Es el auge de los emojis, los gifs y las fotos. Los usamos para abreviar todo aquello que queremos decir y nos hemos convertido en más expresivos.
Conversaciones son más reales
«El estudio demuestra que la mensajería elimina los filtros y los límites emocionales», apuntan los responsables del estudio. «La gente es más osada, más impulsiva y más honesta», Las apps hacen que ya no sintamos limitaciones cuando conversamos. 66% cree que ahora sus conversaciones son más reales.