La primera mitad del año 2018 ha traído a Unilever fuertes descensos en sus cifras de beneficios y facturación, y esto es debido a la fuerte competencia y la guerra de precios que ha traído el sector en los últimos tiempos.
En cifras concretas, hasta el mes de junio, la compañía de gran consumo logró facturar un total de 26.352 millones de euros, lo que trajo el descenso de 4,9% en el mismo período del pasado año.
En la misma línea están los beneficios que también registró una caída del 2,3%, y esto se traduce en la parte monetaria en un pique de hasta los 3.039 millones de euros, dejando una deuda situada en 24.800 millones de euros, y esto supone un 22,2% más que a principios del ejercicio.
Las cifras arrojas han sido justificadas por el gigante del gran consumo, en la que señaló que el impacto en el negocio generado por la huelga en el sector del transporte pesado en Brasil, la creciente competencia y la guerra de precios son motivos suficientes en los montos negativos.
Aunque, los mismos sienten positivismo porque en los primeros días del segundo semestre del año 2018, han registrado un aumento mínimo en sus ventas, el cual entre un 3% y el 5%, respectivamente.
Al observarse mediante la bolsa de valores, los inversores ahn hecho su juicio en los registros de la compañía que no se han visto afectados por los mismos resultados económicos , y por el contrario, las acciones generadas por Unilever han generado un aumento del 2,4%, el cual en cifras mercantiles han oscilado en los 48,87 euros.
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